Alérgico a quedarme en casa cuando el frío se me cuela hasta los huesos mientras el alma necesita de un cuerpo que acariciar. Romántico incorregible que vive cada segundo como si le fuese en ello el último latido. Tal cual como a Benedetti… me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.