Amo la humanidad en todo su explendor. La naturaleza me apasiona, contemplar la manada de nubes en mi día, y en la noche quedar quieta bajo la danza de estrellas.
Escuchar el bramar del mar, quedarme quieta, mientras me vuelvo consciente y soy uno con la madre naturaleza.
Mis compañeros me describen como alguien idealista y soñadora; pero me veo a mi misma como alguien que busca entender la magestuosidad de lo que me rodea, no puedo evitar sentirme pequeña ante aquello, y esa insignificancia, la considero hermosa.