Como soy yo?
Es una de las preguntas más desconcertantes, difíciles, emocionantes e interesantes que una persona puede hacerse. Pero siempre que demos con respuestas y definiciones hacia nosotros, terminamos insatisfechos. —"Debe haber algo más"... Después de dar cualquier respuesta volvemos a pensar que no es realmente así.
Parece ser una simple pregunta, y sin embargo no es la respuesta que damos.
En algunas ocasiones incomoda cuando no tenemos una respuesta preparada y clara. Cualquier respuesta por lo general nos deja insatisfechos.
Empezar a preguntarnos esta simple duda, “¿Como soy yo?” debería ser algo que trae entusiasmo y emoción porque abre un lugar de exploración hacia nuestra vida interior.
Cuando preguntamos seriamente, en la intimidad de nuestro ser, con honestidad total y objetiva, desnudos frente a nosotros mismos, empezamos a descubrir mucho sobre quién somos.
¿Con qué nos identificamos?
¿De dónde venimos?
¿Qué limitaciones nos auto-imponemos?
¿Cuáles son nuestros prejuicios?
¿Cuáles son las definiciones que hacemos de nosotros mismos?
¿Cómo nos vemos a nosotros mismos?