Si la soledad hablara, lo haría por mi boca
Si las ilusiones dan ganas de vivir, yo acabaría de nacer
Si la sensibilidad fuera agua, yo sería un manantial
Si la capacidad de querer fuera un pozo, yo no tendría fondo
Soy un hombre que ni se resigna ni renuncia a encontrar esa persona que me haga sentir vivo, con la que ilusionarme y compartir sueños y proyectos.
¿Existe alguna mujer lo suficientemente motivada, con ilusión por renacer, por rehacer, por comenzar de nuevo, capaz de apartar miedos, experiencias vividas, de desnudar el alma, que haya valorado los riesgos sabiendo a lo que ha de renunciar por el mero hecho de intentar ser feliz?