(...) El pasado ya no es real. Tiene valor porque te ayudó a ser lo que eres ahora, pero ése es su único valor. Por lo tanto, no vivas en el pasado. Vive en el presente.
En adelante quiero ser fuente de felicidad para quien me rodea, por lo que quisiera entender mejor al ser humano, entender mejor a mis antepasados y a las personas que me rodean y caminar juntos el día a día para la felicidad de la persona con quien conviva.