Me gusta lo más bello que Dios ha creado: la mujer. Me encanta una mujer alegre, simpatica, inteligente y segura de si misma. Que tenga un hermoso cabello, unos ojos hermosos, unos labios carnosos y unas manos delicadas y unos pies exquisitos, para adorarla de pies a cabeza no un día, sino una eternidad. Y estar rendido a sus pies, por sus encantos.