El amor no vive sino en la materia, en él lo moral es un incentivo, cuando no es un pretexto: el amor no vive sino en la libertad como todas las grandes pasiones.
El amor rompe la vida y todos los amores no bastan a unirla luego. Destruir es el privilegio de una pasión fatal, el amor como el cóndor desgarra el nido que lo alberga y aun cuando vuele, deja siempre las huellas de sus garras en el nido abandonado. De todas las pasiones, es el amor el que más hondamente penetra en el alma.